El sector vacuno de leche es uno de los principales sectores ganaderos en España, país que ocupa el octavo puesto a nivel productivo en el ranking europeo, tal y como se desprende del informe “Caracterización del sector español vacuno de leche. Datos SITRAN 2018” del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Dentro de las producciones ganaderas, corresponde al cuarto sector en importancia por detrás de los sectores porcino, avícola de carne y vacuno de carne.
En las últimas décadas, el sector vacuno ha alcanzado un nivel productivo inimaginable gracias, principalmente, a factores como la mejora genética, la mejor alimentación, sanidad y manejo. Además, la producción de leche en nuestro país está dominada por este sector, ya que supone el 90 % del total de leche producida.
La producción de leche de vaca en nuestro país se concentra cada vez más en tres comunidades: Galicia, Castilla y León y Andalucía, tal y como recoge el informe “Estructura del sector vacuno lechero de España: 2016-2020” del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Durante ese periodo (2016-2020), la producción de leche en España se incrementó un 8%, pasando de 6,8 millones de toneladas a 7,4. Sin embargo, ha obtenido diferentes datos en cada comunidad. Galicia ha reforzado su liderazgo en la producción con un incremento del 11%, mientras Castilla y León (segundo productor en volumen), lo hizo en un 7% y Andalucía (quinta productora) en un 11%.
Metiéndonos en el tipo de raza, la frisona o Holstein, es el prototipo de raza lechera más extendida en las explotaciones lecheras de todo el mundo. Sin embargo, la discusión eterna en este sector (al igual que en muchos otros) es: ¿cuál es el mejor sistema de producción?
Diferencia entre sistema extensivo y semi-intensivo de vacas lecheras
Lo primero que hay que dejar claro, es que es un error pensar en un sistema de producción superior al resto. Todos tienen fortalezas y debilidades y, por supuesto, se exponen a riesgos. Pero, en las manos correctas, con un entorno y manejo adecuado, distintos sistemas pueden funcionar.
La producción de leche en España está dominada por el sector vacuno, ya que supone el 90 % del total de leche producida.
En general, el sistema de explotación de este tipo de ganado se realiza bajo un sistema intensivo, pero también podemos contemplar otros sistemas como el extensivo o el semi-intensivo. La principal diferencia que existe entre los distintos sistemas de explotación es la cantidad de animales que se tienen por unidad de superficie.
En este punto, el factor más limitante a la hora de aumentar la carga animal (número de animales por hectárea) es la disponibilidad de pastos. El pasto es el principal recurso de alimentación en las fincas, por tanto, define el número de animales que se pueden tener sobre todo si no se cuenta con alguna fuente de alimento complementaria que pudiera permitir una mayor carga ganadera.
En el sistema extensivo, las vacas pastorean en grandes superficies la mayor parte del tiempo. Se les agrupa únicamente para realizar las tareas de ordeño.
En el sistema semi-intensivo, las vacas también pastan gran parte del tiempo, pero se estabulan durante determinados periodos para completar su alimentación y llevar a cabo la fase de ordeño.
Por tanto, podemos diferenciar un sistema de producción del otro por el número de estructuras cubiertas que hay en la explotación. En el sistema extensivo, no hay estabulación y los animales solo se van a estabular para su ordeño, por lo que la explotación albergará las infraestructuras necesarias para esto, como son la sala de ordeño, la lechería, una sala de espera si fuese necesario, etc.
En el sistema semi-intensivo, a parte de estas dependencias, también habrá una zona cubierta para estabular a los animales en determinados periodos de tiempo, combinando así el pastoreo con la estabulación.
En cuanto a la alimentación, en el sistema extensivo la alimentación está basada únicamente en el pastoreo.
En el sistema semi-intensivo, aunque la base de la alimentación también es el pasto natural, esta se complementa con forrajes conservados y concentrados. Así, aceleramos los niveles de producción con respecto al sistema extensivo en el que solo hay pastoreo. Por lo mencionado anteriormente, este sistema nos permite tener mayor número de animales por hectárea, cubriendo sus necesidades con alimentos complementarios.
Ambos modelos están presentes en la explotación de Segurilla (Toledo) en la que un joven ganadero tendrá la oportunidad de pasar unos días esta semana gracias al programa CULTIVA, impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación junto a la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), con el fin de que jóvenes agricultores y ganaderos de entre 18 y 41 años de distintas provincias de nuestro país, puedan pasar unos días, de manera gratuita, en explotaciones modelos de otras comunidades para aprender otras visiones y maneras de hacer las cosas que les sirvan en su incorporación al sector agroalimentario.