El programa CULTIVA llega a su fin y, en su última semana, una de las visitas que han tenido lugar ha sido en Adamuz (Córdoba) gracias a este programa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con la colaboración de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

El afortunado joven visitante ha sido Mario Murillo, agricultor madrileño, que ha pasado su estancia en la explotación Baltasar García Navarro. En Raíces.info hemos tenido la posibilidad de hablar con él sobre la experiencia. ¡No te lo pierdas!

Háblanos un poco de ti… ¿Cuál es tu proyecto y qué te llevó a querer dedicarte a la agricultura?

Mi nombre es Mario Murillo, soy agricultor de Madrid y tengo 33 años. Mi explotación se basa en cereal y olivar y como allí no está tan logrado el tema del olivar como aquí en Córdoba, me gustaría fomentarlo.

Mi dedicación a la agricultura es pura vocación, me viene de familia. Mis abuelos eran ganaderos y agricultores, como mis padres, y yo quiero dedicarme a esto. Aunque me está costando, seguiré con ello siempre.

¿Por qué te apuntaste al programa CULTIVA?

He venido aquí a aprender de otras zonas de España donde hay el mismo cultivo y es rentable, ya que en nuestra zona no lo es. La idea es comparar y ver qué podemos mejorar. En mi zona tenemos olivares centenarios como aquí, pero no los cuidamos, ni los atendemos y creo que sería una buena opción aprender de esta forma de trabajar para poder aplicarlo en casa.

¿Qué te ha parecido la experiencia? ¿Crees que podrás trasladar los conocimientos aprendidos a tu propio proyecto/explotación a corto/medio plazo?

En la explotación de Baltasar me han enseñado las prácticas en olivar tradicional y ecológico y he visto las diferencias que hay. Considero que el modelo ecológico deberíamos fomentarlo más y apoyarlo y, por eso, creo que lo voy a aplicar a mi explotación.

A nivel personal me llevo una grata experiencia de haber estado aquí una semana, de poder ver todo esto, de estar con Baltasar y otros agricultores y ver cómo trabajan las pendientes que tienen, ya que es muy difícil y complejo. Así que en general estoy muy contento de haber podido estar aquí.

La experiencia ha sido muy buena y se la recomiendo a todos los jóvenes que estén en mi caso. Aprendes mucho, sobre todo, con gente como Baltasar que se ve que sabe lo que te está contando.

¿Qué elemento destacarías por encima del resto en relación con el programa que has realizado?

Además de la explotación de Baltasar, he podido visitar la cooperativa de Adamuz, muy puntera en la zona. Desde que entré por la puerta me llamó la atención todo el sistema, desde que se descarga la aceituna hasta que se procesa, y la colaboración que veo que hay, ayudando al agricultor en todo momento.

¿Recomendarías vivir una experiencia similar a otros compañeros de profesión?

La experiencia ha sido muy buena y se la recomiendo a todos los jóvenes que estén en mi caso. Aprendes mucho, sobre todo, con gente como Baltasar que se ve que sabe lo que te está contando. Además, luego podemos trasladar lo aprendido a nuestras explotaciones o, al menos, esa es mi idea.

 

Además de hablar con Mario, también hemos hablado con Baltasar García, dueño de la explotación que le ha recibido. ¡Sigue leyendo!

Háblanos un poco sobre ti… ¿En qué consiste tu proyecto y cuánto tiempo llevas trabajando en el sector?, ¿viene de familia?

Soy Baltasar García, soy de Adamuz, un pueblo de la provincia de Córdoba y soy agricultor. Tengo dos explotaciones, un olivar ecológico de 22 hectáreas y otro convencional de 10 hectáreas en producción integrada. La explotación familiar es de mi mujer, después compramos las otras 10 hectáreas, que están en convencional. Hace siete años decidimos transformar en ecológico varias hectáreas de nuestro cultivo, ya que nos estábamos quedando sin suelo y queríamos “ayudar” al terreno para poder seguir viviendo de él.

En definitiva, aquí nací, aquí vivo y aquí quiero quedarme. Me está costando mucho trabajo, pero lo sobrellevo como puedo.

El ser agricultor me viene de familia, llevo 40 años dedicándome a ello. Mi proyecto consiste en intentar salir adelante con los olivos que tengo, la mayoría de ellos en ecológico para intentar revalorizar un poco el precio del aceite. Además, las ventajas de cultivar en ecológico son muy grandes, aportando más vida a la explotación. Sin embargo, económicamente, si no fuese por las ayudas, nos sería algo más difícil de llevar.

Aun así, los precios están tirados, no ganamos para seguir viviendo. Pero no sé vivir de otro modo ahora mismo. Estoy dedicado al 100% a esto. Vengo aquí, veo mis olivos, los cuido, los mimo… quiero seguir viviendo de esto y así debería de ser. No se puede hundir, no se puede perder.

¿Por qué te ofreciste a participar dentro del programa CULTIVA 2021? ¿Qué características crees que tiene tu modelo de explotación que pueda interesar a los jóvenes que participan en el programa?

El proyecto CULTIVA me pareció interesante, ya que entre agricultores de cierta experiencia y otros más jóvenes intercambiamos conocimientos. También creo que a los nuevos les va a venir bastante bien para que tengan una base de lo que se van a encontrar cuando se dediquen a ello. Creo que lo que les puedo aportar es experiencia y una base sobre la forma de llevar el cultivo.

¿Qué elemento destacarías por encima del resto en relación con la experiencia de la que has formado parte?

La experiencia que he tenido con Mario ha sido muy buena, es un muchacho joven que sabe de lo que habla y le he visto muy centrado y con futuro en el sector.

Estoy dedicado al 100% a esto. Vengo aquí, veo mis olivos, los cuido, los mimo… quiero seguir viviendo de esto y así debería de ser. No se puede hundir, no se puede perder.

Córdoba se trata de una de las grandes productoras de aceite de oliva de nuestro país con hasta cuatro denominaciones de origen. Vosotros estáis amparados bajo la D.O. Adamuz-Montoro, ¿Cuáles son las características productivas que cumplís las explotaciones de esta denominación?, ¿Cómo es formar parte de una y qué beneficios conlleva?

Pertenecemos a la D.O. Montoro-Adamuz, aspecto que hace que se venda el aceite un poco mejor. Nuestro aceite tiene mucha más consistencia y polifenoles que otros, además de ser más saludable.

Cuéntanos qué te ha aportado esta experiencia. ¿Has aprendido algo nuevo?, ¿lo recomendarías?

Recomiendo la experiencia a otros agricultores para fomentar la comunicación entre unos y otros y que, en definitiva, se dé el relevo generacional. Si no, el campo se va a ir muriendo.