Solar Térmica

Es una de las formas más eficientes y económicas de aprovechar un recurso abundante y autóctono, el cual además es gratuito y tenemos disponible en el mismo punto de consumo.

Su utilización supone la disminución del consumo de energía primaria y de emisiones de CO2 correspondientes a la fuente energética a la que sustituye y que abastece dichas demandas. Supone, por tanto, la mejora de la eficiencia energética de los edificios, industrias, etc. donde la energía solar térmica se incorpora.

La tecnología solar térmica es una tecnología madura que ha experimentado una considerable implementación en el sector de la edificación durante los últimos años. El actual desarrollo tecnológico y la alta fiabilidad de las instalaciones solares permite que éstas sean integradas fácilmente en edificios e industrias.

La tecnología actual permite que las instalaciones solares térmicas precisen de un mantenimiento mínimo y dispongan de sistemas de control para su seguimiento remoto, ofreciendo así todas las garantías en materia de seguridad y comodidad de uso.

La biomasa es la energía renovable más agraria de todas.

Las aplicaciones térmicas de la biomasa se pueden realizar principalmente a través de calderas, estufas o chimeneas. Las calderas son los únicos equipos capaces de dar al mismo tiempo calefacción y agua caliente sanitaria, mientras que las estufas y chimeneas permiten calentar la estancia en la que se encuentran ubicadas.

Las calderas pueden instalarse tanto en viviendas unifamiliares como en comunidades de vecinos de cualquier tamaño, pudiendo usarse también en el sector industrial, bien para la producción de agua caliente o de vapor de proceso.

En el sector ganadero juegan también un papel importante para cubrir las necesidades de calor: APROXIMADAMENTE 2 KILOS DE PELET TIENEN EL MISMO PODER COLORIFICO QUE 1 LITRO DE GASOIL.

El desarrollo tecnológico en los últimos años de calderas y estufas hace que se puedan encontrar en el mercado equipos con un alto grado de automatización (por ejemplo, para la alimentación del combustible o la retirada de las cenizas) y unos niveles de emisiones muy inferiores a los equipos existentes hace unos años.

La movilización de biomasa no supone únicamente la obtención de un combustible renovable, neutro en cuanto a emisiones de CO2 y competitivo en precio con los combustibles fósiles que se importan desde fuera de España, sino que también juega un papel fundamental en la mejora de la gestión de los montes y en el desarrollo socio-económico de las áreas rurales españolas.

A continuación te facilitamos varios recursos por si estas interesad@ en las ventajas que puede ofrecer este tipo de energía renovable:

Biomasa

Biocarburantes

Los principales biocarburantes tanto a escala global como nacional, atendiendo a su desarrollo comercial, son actualmente los siguientes:

Bioetanol, definido como alcohol etílico producido a partir de productos agrícolas o de origen vegetal, ya se utilice como tal o previa modificación o transformación química.

Biodiésel, esto es, éster metílico o etílico producido a partir de grasas de origen vegetal o animal.

Hidrobiodiésel (también denominado HVO por sus siglas en inglés, de Hydrotreated Vegetable Oil), un hidrocarburo resultante del tratamiento de aceites vegetales o grasas animales con hidrógeno, bien en unidades dedicadas a ello, o bien mediante tecnologías de coprocesado en refinerías.

En los próximos años otros biocarburantes ausentes en este momento del mercado nacional de combustibles para el transporte, como el biogás (combustible gaseoso producido por digestión anaerobia de biomasa) o los biocarburantes sintéticos (hidrocarburos sintéticos producidos a partir de la biomasa mediante tecnologías de conversión térmica y catalítica), previsiblemente adquirirán cierta presencia en ese mercado.

Geotérmica

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