El Cambio Climático en el Sector Agrario

El cambio climático hace que aumenten los riesgos ligados al clima ya existentes y se generen nuevos riesgos para los sistemas naturales y humanos. De esta manera, los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, las sequías prolongadas, las heladas tardías, las lluvias torrenciales o la presencia de granizo, serán cada vez más recurrentes.

El impacto que causan los efectos de la crisis climática sobre las explotaciones agrícolas y ganaderas es de magnitud variable, pues depende de la situación geográfica de la parcela y tipo de cultivo.

Por ello, se prevé que los sistemas agroganaderos vean comprometida su rentabilidad económica debido a una disminución en los rendimientos, a un aumento de las plagas y enfermedades, tanto en cultivos como en animales, así como a una alteración de calidad en las producciones, etc. Todo ello, como consecuencia directa de la, más que presumible previsión, de alteración de las precipitaciones y aumento de la temperatura.

Según los recientes informes de la Comisión Europea, la pluviosidad en la Península Ibérica puede descender en un futuro hasta un 40% respecto a los niveles actuales. Si no se toman medidas, los rendimientos de las cosechas pueden caer hasta un 30% a largo plazo, creando posibles riesgos de oferta de alimentos. Es decir, estaremos ante un escenario en el que los sistemas de cultivo y animales serán mucho más vulnerables.

Por ello, es fundamental trabajar en aumentar nuestra capacidad de adaptación y resiliencia en las explotaciones agrarias, con el fin de minimizar los efectos negativos de la crisis climática.

¿Qué pueden hacer los agricultores y ganaderos ante el cambio climático?
Medidas de Mitigación

Realizar prácticas profesionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático.

En el sector agrario:

La población mundial tiene un desafío muy importante en cuanto a reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Y el sector agrario no puede ni debe quedarse fuera de este desafío.

En las próximas décadas, los requisitos legales sobre reducción de GEI, van a tener una gran importancia. Los profesionales del sector, conocen muy bien el hecho de adaptar las explotaciones a la normativa que se ha ido aprobando en materia de emisiones de GEI en los últimos años. Tanto agricultores como ganaderos han incorporado técnicas de cultivo y de manejo que han dado como resultado un sector sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Según el Inventario Español de Emisiones, el sector agrario supone el 12% del total, bastante alejado de los porcentajes de otros sectores, como el transporte (29,1%) o la industria (24,3%).

  • Reducción de emisiones, mediante la implementación de buenas prácticas agrícolas, tales como; mantenimiento de la cobertura vegetal y mínima alteración mecánica del suelo, gestión correcta de los estiércoles y purines, optimización del uso de fitosanitarios, implementación de estrategias de riego óptimo, o establecimiento de rotaciones de cultivo.
  • Incremento la captura de carbono por los suelos agrícolas y ganaderos. La realización de determinadas prácticas agrícolas, permite aumentar el efecto sumidero de los suelos, retirando carbono de la atmósfera.
  • Desarrollo energías renovables

En el sector ganadero:

La actividad ganadera, como cualquier actividad humana, tiene una repercusión sobre el medio ambiente, por lo que, tendrá que contribuir y aportar su grano de arena en la consecución de los objetivos marcados en los acuerdos medioambientales internacionales.

Mediante el uso de la tecnología, investigación y modernización en los procesos productivos se podrá reducir significativamente el impacto ambiental por unidad productiva.

Para ello se han elaborado una recopilación de herramientas o técnicas que pueden llevarse a cabo en las explotaciones ganaderas, con el fin de evitar, o reducir, cuando no sea posible evitar totalmente, el impacto ambiental de las explotaciones. Se trata de las Mejores Técnicas Disponibles (MTD).

Medidas de Adaptación

Realizar prácticas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas agrario-ganaderos a la variabilidad y al cambio del clima.

Es sumamente importante que los profesionales del sector agrario conozcan y tengan información sobre aquellas prácticas de adaptación que pueden llevar a cabo en sus explotaciones para minimizar los efectos negativos de la crisis climática.

Los manuales de InfoAdapta-Agri fueron desarrollados con la financiación de la Fundación Biodiversidad, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y su objetivo es difundir entre los profesionales del sector agrario prácticas concretas de adaptación al cambio climático, para fomentar la versatilidad en agricultores y ganaderos a la hora de tomar decisiones sobre sus explotaciones.

Se trata de cuatro manuales sectoriales que recogen más de 130 medidas de adaptación, que los profesionales del sector agrario podrán llevar a cabo en sus explotaciones:

  1. Cultivos herbáceos de secano
  2. Cultivos herbáceos de regadío
  3. Cultivos leñosos
  4. Ganadería

Particularmente, aquí indicamos ocho medidas prácticas y concretas que se han testado en campo y que están al alcance de agricultores y ganaderos para mitigar los efectos del cambio del clima:

  1. Gestión de suelos
  2. Agricultura de precisión y digitalización
  3. Monitoreo y control de plagas y enfermedades
  4. Mejora del abonado
  5. Mejora de la biodiversidad
  6. Mejora de la ganadería extensiva
  7. Gestión del agua
  8. Creación de sistemas de asesoramiento

Frente a la resignación o la desesperación, estas medidas apuestan por la adaptación para aprovechar los recursos a nuestro alcance y producir de forma sostenible. Puedes consultar los resultados de estas experiencias en campo.

Además, para impulsar la adaptación al cambio climático te presentamos: