Esta semana en el Programa Cultiva 2022 hemos tenido la fortuna de unir el camino profesional de dos mujeres muy grandes que están haciendo un trabajo excepcional. Por un lado, hemos tenido como anfitriona a Andrea Iorga, dueña de la explotación con su mismo nombre y del proyecto laurel&tomillo en Teruel y, por otro lado, como visitante hemos contado con Nazaret Mateos, líder del proyecto Entresetas afincado en Palencia.

Esta experiencia nos ha permitido hablar con ambas sobre cómo la han vivido y cómo ha sido pasar estos días juntas, pero también de sus proyectos, sus inicios en el sector agroalimentario y su visión sobre la situación del campo español. 

Hace unos años, Nazaret tenía un trabajo de oficina, pero decidió darle una vuelta a su vida y se embarcó en la creación de Entresetas, un proyecto que le ha valido varios premios al emprendimiento. ¡Hablemos con ella!

Háblanos un poco de ti y de tu proyecto, ¿qué te llevó a querer dedicarte a la agricultura? ¿Cómo ha sido el camino desde que te decidiste a empezar en este sector?

Pues la verdad es que yo siempre he sido una amante del campo, del monte… y después de años de trabajo de oficina, me di cuenta de que no podía ser feliz porque estaba buscando mi felicidad en el lugar equivocado y que mi cuerpo pedía tierra.

El camino ha sido intenso. Hemos tenido de todo, risas y llantos, pero me quedo con la gente que ha compartido, comparte y compartirá el camino conmigo y volvería a vivirlo una y mil veces.

Creo que está bien que de vez en cuando podamos explicar de dónde vienen los productos que comemos, que el consumidor sepa las historias que hay detrás y el trabajo que cuesta llevarlo a la mesa para que puedan ponerlo en valor. Siempre decimos «no somos una fábrica de tornillos», pero tenemos la oportunidad de enseñarlo también y de compartir un poco del privilegio que es ser agricultor.

Con EntreSetas has conseguido abrirte un importante hueco en el sector agroalimentario español y europeo, ya que entre los múltiples premios que has conseguido, está el de ‘Mejor Agricultora Orgánica’ en los Premios Ecológicos de la UE. Cuéntanos, ¿cuál es el secreto? ¿Qué estás haciendo tan bien para recibir tal reconocimiento?

La verdad es que no hay un secreto, es más una forma de vida y de entender la naturaleza como un medio y no como un fin. Tengo una máxima que le transmito a todo aquel que trabaja conmigo y es: «¿si mañana levantáramos todo y nos fuéramos, mis compañeros podrían seguir trabajando estas tierras?». En base a eso, miramos cómo causar el menor impacto medioambiental posible y cómo ayudar al enclave donde nos situamos

Una de las características fundamentales de ‘EntreSetas’ es la apuesta por una producción saludable y respetuosa con el medio ambiente. ¿Por qué te decidiste a hacerlo de este modo? ¿Animarías a otros agricultores a seguir tu estela?

Yo me decidí a hacerlo así porque no sé ni quiero hacerlo de otro modo. Observé durante toda mi vida cómo funcionaba nuestra Sierra, y de esos conocimientos salió nuestra metodología.

Yo no creo que nadie tenga que seguirme porque estoy convencida de que todas y cada una de las personas que cultivan la tierra y obtienen alimentos hacen lo que creen que es mejor para ella y sus cultivos, pero sí animo a la gente a que se informe de otras metodologías y que si las pueden aplicar para generar iguales rendimientos con menores daños, no duden en hacerlo 

Centrándonos en el Programa Cultiva, ¿qué te ha motivado a participar este año en él y además cómo visitante? ¿Qué buscabas en esta experiencia?

Soy una persona muy inquieta y, siempre que me dan la oportunidad de formarme, intento aprovecharla al máximo, esa es mi principal motivación.

Busco aprender, completar conocimientos, ver cómo en diferentes territorios las técnicas, los tiempos, los cultivos… son iguales o no. Busco aprender compartiendo y conociendo el territorio desde dentro, con sus campos pero, sobre todo, con sus gentes. Cosas que no te puede dar un libro.

Para pasar tu estancia Cultiva, te decidiste por la explotación de Andrea Iorga, ¿qué te llevó a elegir concretamente esta visita?, ¿has encontrado en esta estancia lo que buscabas al apuntarte?

Elegí la explotación de Andrea porque me interesaba mucho la truficultura. Es un campo de la micología que siempre me ha llamado la atención, pero en el que no me he especializado y que me parece complicado a la par que hermético. Y si te dan la oportunidad de vivirlo y formarte en la cuna de la trufa no puedes desperdiciarlo.

He encontrado mucho más de lo que esperaba. He aprendido muchísimo, he visto el territorio, que es increíble, pero sobre todo he podido disfrutar de su gente como uno más, de tú a tú, y ha sido lo mejor de la experiencia, las conversaciones distendidas sobre cultivos, manejos…. Tengo muchas ganas de volver.

El proyecto de Andrea Iorga destaca en el sector de la truficultura por cuidar al máximo todos los procesos, respetando los tiempos de elaboración tradicional. ¿Qué elementos o detalles destacarías de esta estancia y de su manera de hacer las cosas?, ¿has podido aprender de ellos algo que tú aún no estés haciendo o que puedas mejorar? ¡Cuéntanos!

He aprendido mucho y me ha permitido ver de cerca esas primeras fases de mis procesos de plantado que son la selección de semillas, la selección de parcelas, la optimización de recursos para que salga el mejor cereal y la mejor paja que luego alimentarán mis setas.

También he aprendido mucho sobre maquinaria. Por las características de mi explotación, no contemplaba según qué maquinarias y, sin embargo, me han dado otro punto de vista y me ha permitido acabar de decidirme en cosillas de mi explotación.

Otra cosa que nos ha llamado la atención de EntreSetas es su proyección en redes sociales, algo que compartes con el proyecto de Andrea Iorga que también tiene presencia en estas plataformas digitales. ¿Crees que es importante la apertura del sector agrario a este tipo de canales para llegar de una manera más clara al consumidor? ¿Qué ventajas te ofrece tu actividad en redes sociales?

Creo que está bien que de vez en cuando podamos explicar de dónde vienen los productos que comemos, que el consumidor sepa las historias que hay detrás y el trabajo que cuesta llevarlo a la mesa para que puedan ponerlo en valor. Siempre decimos «no somos una fábrica de tornillos», pero tenemos la oportunidad de enseñarlo también y de compartir un poco del privilegio que es ser agricultor.

Por último, ¿recomendarías vivir una experiencia similar a otros compañeros de profesión?

Por supuesto. Creo que compartir y poder salir de nuestra zona de confort nos da perspectiva y eso siempre es bueno

Andrea, anfitriona que ha puesto a disposición del Programa Cultiva su explotación ubicada en Lagueruela, se dedica al cultivo de cereal, colza, alfalfa y carrascas truferas. Este último cultivo, es el que convenció a Nazaret para acudir a su explotación. Si quieres saber cómo ha sido acoger durante unos días a otra compañera de profesión, ¡sigue leyendo!

Háblanos un poco sobre ti… ¿En qué consiste tu proyecto y cuánto tiempo llevas trabajando en el sector? ¿Cómo fueron tus comienzos? ¿Viene de familia?

Mi proyecto consiste en agricultura convencional, una explotación de truficultura y una empresa agroalimentaria de conservas en escabeche de carne como la codorniz, la perdiz, el conejo, etc.

A la agricultura me incorporé hace ya trece años, con laurel&tomillo llevamos cuatro años. Es un proyecto joven al que se le ha sumado una crisis y una pandemia, pero hacemos un buen equipo y salimos de todo. Con respecto a mis comienzos, fueron algo difíciles como todos los inicios, más aún si tienes en cuenta que este tipo de contacto con el campo era nuevo para mí. Pero con ganas y paciencia todo se aprende.

La visita de Nazaret ha sido muy enriquecedora porque tanto ella como yo hemos aprendido cosas nuevas. Personalmente me he adentrado en el mundo de las setas y me parece fascinante. El trabajo que desempeña Nazaret es impresionante. Es una mujer luchadora y digna de admiración.

¿Por qué te ofreciste a participar dentro del programa CULTIVA 2022? ¿Qué características crees que tiene tu modelo de explotación/manejo que pueda interesar a los jóvenes que participan en el programa?

En UPA me hablaron del proyecto, me pareció interesante y dije, ¡por qué no! Es un intercambio de experiencias y eso siempre resulta enriquecedor.

En mi caso intento mostrar mis técnicas de trabajo y lo que a mí me funciona. En ocasiones fruto de la prueba ensayo-error. Si en algún momento mi experiencia puede serles de utilidad, me sentiré más que satisfecha. 

Una de las características principales de tu explotación es el cuidado y mimo que ponéis en todos los procesos, respetando los tiempos de elaboración tradicional como una forma de poner en valor la gastronomía, ¿por qué decidiste hacerlo de este modo?, ¿qué ventajas te aporta?

Laurel&tomillo es tradición, mimo y tiempo. Productos saludables sin conservantes ni colorantes. Hemos apostado por ese tipo de cocinado porque pensamos que hoy en día la falta de tiempo es algo generalizado. Le dedicamos cada vez menos tiempo a la cocina, lo que hace que muchas veces sin darnos cuenta, no comamos tan sano como nos gustaría. La idea principal fue elaborar productos que vinieran a cubrir esa necesidad. Y así partiendo de una receta tradicional, que hemos visto cocinar en casa desde siempre, incluir ingredientes como la trufa negra o el azafrán para poner en valor la gastronomía del territorio. 

En cuanto a las ventajas que aporta podría enumerarte varias: ponemos en el mercado un producto saludable y delicioso listo para consumir, elaborado además con las mejores materias primas; recuperamos técnicas de cocinado antiguas; aportamos un producto natural y sostenible y apostamos por la recuperación de cultivos como el azafrán. Estas son las primeras que se me ocurren pero hay muchas más. 

Te estrenas este año en el Programa Cultiva y, además, lo haces por la puerta grande recibiendo la visita de Nazaret que con su proyecto ‘Entresetas’ está recibiendo un gran reconocimiento. Cuéntanos, ¿qué te ha aportado a ti esta visita? ¿Te llevas también algún aprendizaje por parte de ella?

La visita de Nazaret ha sido muy enriquecedora porque tanto ella como yo hemos aprendido cosas nuevas. Personalmente me he adentrado en el mundo de las setas y me parece fascinante. El trabajo que desempeña Nazaret es impresionante. Es una mujer luchadora y digna de admiración.

La truficultura es una actividad emergente que, además de los beneficios naturales que conlleva (lucha contra la erosión, conservación y mejora del suelo, reducción de riesgos de incendios forestales…), también supone la generación de una actividad económica importante en un sector que en los últimos tiempos lo está pasando mal. ¿Qué balance harías a nivel personal de esta situación?, ¿qué crees que hace falta para ayudar a evitar problemas como la despoblación y atraer a la gente joven a este sector?

Esta pregunta es muy difícil de contestar porque hablamos de despoblación y es un tema muy delicado. Pienso que, en primer lugar, las instituciones tendrían que estar más pendientes y crear más infraestructuras y oportunidades para los que ya estamos en los pueblos y luego pensar cómo se pueden crear más puestos de trabajo que atraigan a personas que quieran asentarse en un pueblo. Si a los pocos que estamos no nos ofrecen una cierta seguridad nos acabaremos marchando también.

Al igual que Nazaret, tu proyecto también tiene presencia en redes sociales y en vuestra web https://www.laurelytomillo.es/ hasta tenéis un apartado de recetas, ¿crees que hoy en día es fundamental dar ese paso para acercar vuestro producto y vuestro trabajo al consumidor?

Hoy en día las redes sociales se han vuelto imprescindibles en nuestras vidas, prácticamente todo lo vemos a través de las redes. Es una ventana al mundo, que permite que te conozcan y vean tu trabajo. Es muy gratificante que te digan que te han conocido en Instagram, por ejemplo, y que quieren probar tus productos.

Por último, ¿recomendarías a otros profesionales del sector que se ofrezcan a enseñar su explotación a otros agricultores?

Por supuesto que si los animaría a todos porque es la mejor manera de aprender unos de otros. Y unidos sumamos más.


El Programa Cultiva 2022, una vez más cuenta con la financiación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que con la colaboración de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), busca fomentar el aprendizaje entre compañeros de profesión. Si os ha gustado conocer a Andrea y Nazaret, no os perdáis el resto de entrevistas realizadas a los participantes en esta edición de Cultiva. También podéis seguir el día a día de todas las visitas del programa a través de nuestros perfiles en redes sociales.