Vuelve el Programa Cultiva, en su edición 2022, y lo hace por la puerta grande. Este proyecto impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con la colaboración de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, cubre todos los gastos de la estancia de los jóvenes agricultores/as y ganaderos/as que participan y que esta primera semana arranca con cinco visitas a distintos puntos de la geografía española.

Entre las ‘explotaciones modelo’ que nuestros jóvenes participantes han podido visitar, se encuentra una muy especial, la Finca Monjarama, una huerta ubicada en San Sebastián de los Reyes (Madrid), que cultiva principalmente fresas y calabazas, además de otras frutas y hortalizas, y que se caracteriza porque recibe visitas de colegios y familias para que los más pequeños entren en contacto con la naturaleza y la agricultura, aprendido a cosechar frutas y verduras.

María Calvo del Castillo es una joven canaria que tiene una pequeña finca llamada Ecohuerta Canaria, en la que igual que su anfitrión, cultiva frutas y hortalizas en ecológico. Hablamos con ella para que nos cuente qué tal ha sido la experiencia y qué aprendizajes se lleva de ella. ¡Sigue leyendo!

Lo primero, ¿podrías hablarnos un poco de ti y de tu proyecto? ¿Qué te llevó a querer dedicarte a la agricultura?, ¿te viene de familia?

Me llamo María Calvo del Castillo y soy de Gran Canaria, de un pueblo que se llama Santa Brígida. Me dedico a la agricultura ecológica desde hace cinco años y soy relevo generacional de mi padre y de mi abuelo. Mi padre fue quien convirtió en ecológica la explotación hace poco más de 30 años. Cultivamos frutas y verduras de temporada y la finca está a una altura de 700 metros, por lo que nos permite cultivar de casi todo, según sea invierno o verano.

cultiva 2022Por lo que nos cuentas entonces, en tu explotación cultivas también en ecológico, ¿por qué decidisteis hacerlo de este modo?

Es algo con lo que he crecido, ya que tengo 36 años y mi padre hizo la transformación hace 30 años porque es un sistema que cuida de la tierra y de lo que comes.

¿Qué te motivó a apuntarte al programa CULTIVA?

En los cinco años que llevo dedicándome a esto, he comprobado que como más he aprendido es con profesionales que ya llevan tiempo en el sector. Tú puedes mirar, leer o ver vídeos, pero es con gente que ya lo ha hecho con quien aprendes. En mi caso he aprendido de mi padre y los dueños de otra finca de Gran Canaria que lleva mucho tiempo trabajando en ecológico. Así que, cuando vi la oportunidad de apuntarme al Programa Cultiva 2022, no me lo pensé ya que, además, lo ponen muy fácil y con todos los gastos pagados.

Has elegido pasar tu estancia formativa en la finca Monjarama en Madrid siendo tú de Canarias, dos zonas con climas y características bastante diferentes. ¿Por qué has elegido esta finca?, ¿qué esperabas aprender en ella?

Elegí la Finca de Monjarama porque cultivan fresas y lo hacen en ecológico. Nosotros también tenemos fresas en nuestra explotación, es uno de los cultivos que más beneficios te da, y quería aprender de alguien con una explotación tan grande como la que tiene Hugo. ¡Solo de fresas tiene las mismas hectáreas que suma mi explotación!

¡Sí! Yo si pudiera me quedaba aquí un mes, así que todos los que podáis, ¡apuntaos!

¿Qué elemento o detalle destacarías por encima del resto en relación con el programa que has realizado?, ¿hay algo en particular que te haya gustado más o parecido más útil e interesante?

¡Todo! La forma de diversificar las actividades agrícolas. No se dedica solo a plantar y vender lo que planta, sino que también recibe visitas de colegios, elabora sus propios productos como mermeladas, zumos y helados. También me han llamado la atención los aperos de los tractores porque mi finca es diferente, es de montaña y con parcelas pequeñas, y no puedo meter tractores tan grandes. Pero, en definitiva, saber que existen estas posibilidades motiva.

El objetivo del Programa Cultiva es poder aprender de otros compañeros de profesión que llevan años dedicándose a esto e intercambiar experiencias y conocimientos. ¿Crees que podrás trasladar los conocimientos/experiencias aprendidas a tu propio proyecto a corto/medio plazo?

Sí. De hecho, las visitas de colegios para hacer recolectas lo tenía ya programado para hacerlo en mi finca el próximo año. Así que verlo ya en funcionamiento me motiva aún más, ya que en empresas pequeñas como la mía, de una o dos personas, cuesta mucho dar el paso porque tienes miedo de si va a salir bien o no, de los gastos que conlleva… y verlo y que te digan, “hazlo”, te da el empujón definitivo.

Por último, ¿recomendarías vivir una experiencia similar a otros compañeros de profesión?

¡Sí! Yo si pudiera me quedaba aquí un mes, así que todos los que podáis, ¡apuntaos!

Hugo Vela es el dueño de la Finca Monjarama, una empresa familiar que acumula años de experiencia en el cultivo principalmente de sus fresas llamadas Mara de Bois. Es, además, un pionero que, cuando tomó las riendas de un negocio familiar de varias generaciones, decidió transformarlo de cultivo tradicional a ecológico, cuando este modelo aún no estaba tan extendido. Por si esto fuera poco, como ya hemos visto, la Finca Monjarama no solo cultiva y vende diversas frutas y verduras, sino que hace años que dio otro paso hacia delante, decidiendo abrir sus puertas para compartir con niños y mayores la grata experiencia de cosechar fresas y, más adelante, calabazas. Un negocio de éxito del que hemos podido hablar con su artífice.

Queremos saber un poco más de ti y de tu proyecto. ¿Podrías presentarte y contarnos qué es la finca Monjarama y cómo surgió todo? ¿Cómo fueron tus comienzos?, ¿te viene de familia?

Soy Hugo Vela, gerente de la Finca Monjarama. Llevamos 25 años en agricultura ecológica, empecé en el 98, aunque esta finca la compraron mis padres en el 71, y siempre ha estado como vivero convencional de plantas, más concretamente de fresas. Es una tradición, ya que llevamos cuatro generaciones cultivando fresa. Al principio nos dedicábamos más a planta, pero cuando yo me incorporé quise hacer fruta y además en ecológico.

Una de las claves de tu finca es que cultivas en ecológico, ¿por qué decidiste hacerlo de este modo?, ¿qué beneficios te ofrece hacerlo de este modo?

La filosofía de esta finca es alimentar personas y no mercados. Alimentamos personas con emociones, experiencias, con fresas, con huerta… Y bueno, también había que ser sostenibles económicamente. Los primeros años fueron muy duros, porque no había clientela, había que explicar todo lo que era ecológico, había un know-how que ni teníamos aún incorporado, ya que nos formábamos en convencional. Pero después de 25 años ya lo tenemos incorporado.

cultiva 2022Además del cultivo de fresas y otras frutas y hortalizas, ofrecéis distintas actividades y talleres para colegios, familias… En definitiva, gente que no se dedica al sector agrario. ¿Puedes contarnos un poco cómo surgió esta iniciativa y cómo funciona? ¿Crees que es importante mostrar al público general cómo funciona una explotación agraria?

Las visitas de los colegios las empezamos por iniciativa de Ana Mohedano, que nos instó a incorporarlo. Para poder realizar esta actividad tuvimos incluso que darnos de alta en un epígrafe de Hacienda sobre enseñanza, ya que la nuestra es una finca pedagógica. Al principio estábamos muertos de miedo, pero finalmente decidimos asegurar la finca para que la experiencia de los niños y los profesores fuese amena. El contenido para un niño de 3 a 7 años, como los que recibimos, se orienta mucho en la cosecha. El niño cosecha lo que va a comerse en casa y es la primera vez que lo hace, ya que está acostumbrado a que lo que come lo compren mamá o papá. Muchos niños incluso piensan que las fresas crecen en los árboles, así que llegan aquí y se llevan el chasco, pero aprenden. Así que, vienen, cosechan, les explicamos de dónde nacen las fresas y después se llevan una macetita a casa. También hacemos esto con las calabazas, ¡deberíais pasaros en Halloween!

¿Por qué te animaste a participar en el Programa Cultiva 2022? ¿Qué elemento o detalle destacarías por encima del resto en relación con la visita y experiencia de la que has formado parte?

La filosofía de esta finca es alimentar personas y no mercados. Alimentamos personas con emociones, experiencias, con fresas, con huerta…

En un principio teníamos la duda de qué enseñar a un estudiante en tan poco tiempo, pero aún así hicimos la intentona, nos inscribimos y gracias a María hemos descubierto que sí que es posible incorporar a estudiantes a la explotación. Tenemos una casa rural, que lo hace más fácil, tenemos una tienda también, que permite comprar cosas siempre que las necesites, además este know-how que tenemos también es transferible a otros estudiantes que les interese la agricultura ecológica. Con María ha sido muy fácil ya que viene de este mundo y sabe lo que es compaginar el trabajo que hacemos día a día en la finca con la formación que tenemos que darle al joven que viene de visita. El esfuerzo tiene que venir por ambas partes y es muy importante comunicarse para ver cómo orientar la formación, haciendo el programa más flexible. Estamos contentos, ya que para ser nuestra primera experiencia en el Programa Cultiva, hemos descubierto que sí se puede, es posible tener a un estudiante contigo al mismo tiempo que trabajas.

El Programa Cultiva, aunque va dirigido principalmente a la formación de jóvenes agricultores y ganaderos, también se trata de un intercambio de experiencias y conocimientos entre compañeros de profesión. Cuéntanos, ¿qué te ha aportado esta experiencia?, ¿has aprendido? En definitiva, ¿recomendarías a otros profesionales del sector que se ofrezcan a enseñar su explotación a otros agricultores?

A mí me ha gustado mucho, ya que además de ser una relación pedagógica, también se acaba forjando una relación de amistad. Tenemos muchas cosas en común, sobre todo la pasión por la agricultura, por hacer las cosas bien, por aprender… María, además, trae experiencias de su bagaje personal que también han servido para darle en el futuro otros enfoques. En general todo positivo, un diez de diez.