El programa CULTIVA sigue moviéndose a lo largo y ancho de la geografía española y esta semana, entre otros destinos, ha hecho parada en La Rioja; más concretamente en la Huerta de Tormantos, donde Rayco Martín Pérez, joven agricultor canario, ha podido ver de primera mano cómo se gestiona una explotación de manera tradicional y ecológica con éxito.
Hemos podido charlar un rato con Rayco para que nos cuente qué le ha aportado esta experiencia que ha podido vivir, de manera gratuita, gracias al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, impulsor del programa con la colaboración de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). ¡No te lo pierdas!
Háblanos un poco de ti… ¿Cuál es tu proyecto y qué te llevó a querer dedicarte a la agricultura?
He estudiado para ser ingeniero agrícola. Además, por tradición familiar, tanto mis padres como mis abuelos se han dedicado desde siempre a la agricultura. En Canarias es complicado dedicarse profesionalmente a la agricultura, por ejemplo, mis padres y abuelos siempre lo han hecho de manera parcial. Pero en mi caso, por tradición familiar, por estudios y porque previamente había trabajado en varias explotaciones agrarias profesionales, me pareció una buena oportunidad en todos los sentidos. Tengo una explotación de casi dos hectáreas con cultivo principalmente de papas y también 2.500 metros de aguacate y hago una rotación con cereal y alguna hortícola tipo calabaza.
Después de esta estancia considero que soy mejor agricultor que cuando la empecé.
¿Por qué te apuntaste al programa CULTIVA?
Me pareció una buena idea cuando leí el Real Decreto que recibí por email. Me pareció una buena forma de conocer otras explotaciones profesionales ya que el saber no ocupa lugar y más en cuestiones agronómicas. Ahora, después de vivirlo me parece un programa increíble. Para mí ha sido una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos y después de esta estancia considero que soy mejor agricultor que cuando la empecé.
La Huerta de Tormantos se caracteriza por llevar a cabo un cultivo ecológico y tradicional en producción integrada, valiéndose de las últimas tecnologías para lograr una calidad certificada. ¿Cuál de las tecnologías que usan te ha llamado más la atención?, ¿ves factible aplicarlo en tu propia explotación?
De la Huerta de Tormantos de Javier me ha llamado la atención la transformación a mano que hace y cómo respeta el producto desde que lo recolecta. He tenido la oportunidad de conocer otras cooperativas y empresas que hacen transformación de una manera más industrializada y Javier respeta el producto con mucho trabajo a mano y es la parte que más me ha gustado.
A nivel de campo, hace un manejo del suelo con distintas rotaciones, siempre intentado respetar la estructura del suelo, que me ha gustado. Yo hago alguna rotación con cereal y me ha gustado ver cómo intenta hacer agricultura regenerativa. Cuando leí el documento de ofertas de estancias formativas del Ministerio, me llamó la atención eso, el respeto que tiene por una agricultura ecológica y el mínimo laboreo del suelo y me ha encantado y es lo que me voy a llevar a mi tierra.
La actividad agroalimentaria está cada vez más concienciada de la necesidad de respetar el medio ambiente, algo que has podido también ver de primera mano en tu visita. ¿Te parece importante apostar por modelos agrícolas ecológicos?, ¿ya lo haces en tu propia explotación o quieres hacerlo?
Pues sí, me parece bastante importante. Javier, en la Huerta de Tormantos, tiene una concienciación con la utilización de productos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente que es digno de ver porque, desgraciadamente, al agricultor no se le puede tampoco forzar a este tipo de agricultura si no hay rentabilidad. Yo estoy en reconversión a ecológico y, por ejemplo, en mi zona, en mi isla, la salida de la papa ecológica está casi al mismo precio que la convencional porque no hay una salida comercial. Al final, yo creo que cualquier agricultor que no vea una rentabilidad a cultivar en ecológico, no se va a animar a hacerlo. Javier lo hace por concienciación y, por eso, es digno de alabar. A mí me gustaría implicarme más de lo que ya me he implicado, pero sin una mayor rentabilidad para el agricultor es inviable.
Ha sido como una inmersión. Las 24 horas del día hablando y pensando en agricultura.
¿Qué te ha parecido la experiencia? ¿Crees que podrás trasladar los conocimientos aprendidas a tu propia explotación a corto/medio plazo?
Me ha encantado, de verdad. Vengo de hacer una estancia en Vitoria y, tanto allí como aquí en La Rioja, ha sido una experiencia súper enriquecedora.
Con respecto a si podré trasladar los conocimientos aprendidos a mi explotación, sin duda. A pesar de no haber visto cultivos directamente relacionados con el mío, al final agronómicamente siempre se aprende cómo se maneja el suelo, cómo se maneja económicamente una explotación… Da igual que no sea el mismo cultivo, pero ver labores de agricultores o de empresarios agrícolas como Javier siempre ayuda.
¿Qué elemento destacarías por encima del resto en relación con el programa que has realizado?
Me quedaría con la variedad. He podido estar con Javier en su explotación, conocerla de arriba abajo y, aparte, visitar cooperativas y otras explotaciones agrarias. Al final ha sido una semana súper intensa donde, desde que te levantas por la mañana hasta que acaba el día por la noche, estás en contacto directo con la agricultura a todos los niveles y quizás eso es lo que me más me ha gustado. Ha sido como una inmersión. Las 24 horas del día hablando y pensando en agricultura.
¿Recomendarías vivir una experiencia similar a otros compañeros de profesión?
Egoístamente les diría que no para repetir yo… (risas). No, en serio, tengo algún compañero joven agricultor en Canarias al que ya le he comentado que es una experiencia que no debe de dejar pasar. No sé si saldrá también el año que viene, pero si tengo la oportunidad volver, volveré y además hablaré muy bien de ella porque ha sido una experiencia increíble que cualquier joven del sector debería disfrutar.